Publicado el junio 21st, 2021 | por InOutRadio
2Desconocidas & Fascinantes: Djuna Barnes, desamor en París por Thais Morales
Como bien apunta Isabel Franc en la introducción de ‘El almanaque de las mujeres’, Djuna Barnes decía de sí misma que era “la escritora desconocida más famosa del mundo”. Es cierto. Djuna fue una figura clave en la literatura modernista del siglo XX y fue una de las protagonistas del París de los años 30.
Djuna Barnes nació en 1892 en una excéntrica familia en Cornwall-on-Hudson, en el estado de Nueva York. Su padre, Wald Barnes, fue un artista fracasado y, aunque estaba casado con Elizabeth Barnes, defendió a ultranza la poligamia. De hecho, cuando Djuna tenía cinco años la amante de su padre, Fanny Clark, se mudó a vivir con ellos.
Djuna nunca fue a la escuela. Su padre creía que la enseñanza pública era una influencia demasiado burguesa y, por tanto, innecesaria. El mismo Wald y también la abuela de Djuna, un personaje fundamental en su vida, Zadel Turner Barnes, escritora, periodista y sufragista, se encargaron de la educación de la joven.
En esa época, cuando tenía 16 años, Djuna vivió una experiencia traumática. Todos los indicios apuntan a que fue violada por un vecino con el consentimiento de su padre o por su propio padre. A este trauma se refirió en su primera novela, ‘Ryder’, y también en su última obra, ‘Antífona’. Como le decía su amiga, la escritora Emily Coleman: “Das belleza al horror, ese es tu mayor talento”.A partir de esta premisa, Djuna logró convertir en arte cada uno de sus sentimientos oscuros: carencias afectivas, la sensación de abandono, la violación y hasta el incesto.
Todas estas sombras están en sus libros y aparecen una y otra vez en su vida. En su búsqueda del amor, Djuna reconoció sus grandes carencias al decir: “Podría ser cualquier cosa. Si me amara un caballo, incluso sería eso”.
Cuando tenía 20 años empezó a trabajar como periodista en Nueva York, escribiendo para el Brooklyn Journal bajo el seudónimo de Lydia Steptoe. En 1915 publicó su primer libro de poemas, ‘El libro de las mujeres repulsivas’, y empezó a colaborar en revistas como Vanity Fair y The New Yorker.
En 1919 Djuna decidió irse a París, comenzando una etapa de viajes –geográficos y literarios- que acabaría con su exilio del mundo, voluntario y buscado, durante los últimos cuarenta años de su vida en su casa de Patchin Place, en Nueva York.
Su primera noche en París la pasó en el Hotel d’Anglaterre, el mismo en el que conoció en 1921 a su gran amor, la escultora Thelma Woods, y lugar al que regresó ocho años después de su primer encuentro con la artista para llorar y beber cuando Thelma la abandonó. En la capital francesa, Djuna entró a formar parte del famoso y celebérrimo círculo de la Amazona, Natalie Barney, que alardeaba de haber sido amante de la Barnes, a pesar de que ésta última siempre lo negó. No obstante, en su testamento, la Amazona le dejó a Djuna, que le sobrevivió diez años, una renta anual.
En el salón literario de Natalie, en la Rue Jacob, Djuna tomaba notas y apuntes de todas las mujeres, artistas, literatas, pintoras, bon vivants, jet set y travestidas que entraban y salíande la casa, y con aquellos esbozos en mente escribió en 1928 una de sus obras más importantes y destacadas: ‘El almanaque de las mujeres’, un libreto underground, escrito en inglés isabelino, que inmortalizó a las lesbianas de la Rive Gauche. En esta obra, aparece Natalie convertida en Evangeline Musset, una insaciable conquistadora que muere a los 99 años causando estupor entre sus seguidoras. Transgresora, precursora y osada a la vez, Djuna escribe que tras enterarse de la muerte de Evangeline, cuarenta mujeres se afeitaron la cabeza y tras un rito funerario que duró varios días, quemaron su cuerpo, excepto la lengua, que trasladaron en una urna al Templo del Amor, es decir el Templo de la Amistad de Natalie, en la Rue Jacob. Figuran también en esta obra Dolly Wilde, como Doll Furious (Muñeca salvaje), Janet Flanner y su amante Solita Solano, como Nip y Tuck; Romaine Brooks, como Cynic Sal, y Radclyffe Hall y su compañera Una Trowbridge, como Lady Buck and Balck (Salto y Brinco) y lady Tilly Tweed and Blood (Lady Tweed y sangre).
El mismo año, Djuna publicó en Estados Unidos su primera novela, ‘Ryder’, un best-seller que, a diferencia de ‘El almanaque de las mujeres’ iba destinado a un público heterosexual y en el que,como hemos dicho, trataba de forma indirecta el tema de la violación. Después publicó más libros, entre ellos un libro de relatos, ‘A night among the horses’, pero, sin duda la obra maestra de Djuna Barnes, aquella que inevitablemente va unida a su nombre es ‘El bosque de la noche’, que acabó de escribir en 1936. Esta obra, una de las más importantes de la literatura norteamericana, relata el atormentado amor de Nora Flood, una pintora, y la amoral Robin Vote.
El objetivo fundamental de Djuna al escribir ‘El bosque de la noche’ fue aceptar la pérdida de Thelma, que la dejó por otra mujer, Henriette McCrea Metcalf. El título de esta obra en inglés, ‘Nightwood’, contiene el apellido de Thelma (Wood) y sus protagonistas están basadas en ella misma (que es Nora Flood) y en Thelma (Robin, que es, como la escultora, una mujer alta, guapa, de gran atractivo sexual y que bebía mucho). En un momento del texto, Nora describe su propio lesbianismo de la siguiente manera: “Un hombre es otra persona, una mujer, en cambio, eres tú; cuando la besas a ella es tu boca la que estás besando”.
La historia de amor destructivo en la que se basa la novela comenzó en la vida real en 1921. Djuna tenía 29 años; Thelma, de 19, vivía entonces con la fotógrafa Berenice Abbott y quería ser escultora. Cuando se separaron en 1929, tras una relación llena de altibajos y conflictos, el dolor de Djuna Barnes dio como fruto su obra maestra, un recorrido por la parte oscura del alma humana, por la cara salvaje del amor. De nuevo la frase de su amiga Emily Coleman, se cumple a la perfección. Y a esta frase se le une la que dijo a propia autora respecto a la literatura como reflejo de la vida y, sobre todo, de las emociones: “No concibo la idea de dedicar años a escribir novelas, cosas inventadas totalmente y sin ninguna base emocional”. Ella expresaba su vida a través de su escritura.
Nunca volvió a escribir una obra tan poderosa como aquélla, y se justificaba diciendo que ‘El bosque de la noche’ había agotado su energía creativa. Empezó a beber y tuvo que ser hospitalizada varias veces en Nueva York, Paris y Londres. Regresó a Estados Unidos con el estallido de la II Guerra Mundial y vivió sola, en Patchin Place, en el Greenwich, los siguientes cuarenta años, hasta su muerte en 1982.
PARA ACABAR, UNA RECOMENDACIÓN
Si vais a ir a París en vacaciones no dejéis de visitar el hotel Recamier. ¿Que por qué?
Pues porque en él está situada parte de la acción de ‘El bosque de la noche’, y porque, como la propia autora le explicó a su amiga Emily Coleman, el 3 de marzo de 1939: “Quiero vivir en el hotel Recamier, donde vivía Robin en la novela, aunque en la vida real Thelma nunca puso un pie allí. Ahora paseo por la plaza de Saint Sulpice porque es uno de los escenarios del libro, como si mi vida hubiera estado realmente allí. Amo lo que inventé tanto como lo que me dio el destino y eso supone un gran peligro para el escritor; tal vez amo más mi invención porque así podré dejar a un lado a Thelma, porque ella ya no es Robin”.
OBRA DE DJUNA BARNES EN CASTELLANO
El bosque de la noche. Booket
La pasión y otros relatos. Plaza &Janés
Perfiles. Anagrama
El vertedero. Plaza & Janés
Humo. Anagrama
El almanaque de las mujeres. Egales (con introducción de Isabel Franc)
Djuna Barnes. Phillip Herring. Circe. 1997
WEBS DE DJUNA
Más información (inglés)
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