CocínaLES: 'Paella'
Hacer una paella siempre es un acto festivo y un símbolo de la cocina mediterránea; es una receta para compartir y disfrutar en compañía, no solo a la hora de comerla sino también durante todo el proceso de preparación. Además, es un plato con mucha carga emocional que adquiere un significado muy distinto según la orientación sexual de cada persona…
INGREDIENTES (para 4 lesbianas)
- 1 paquete de arroz La Bollera, el arroz de Rita, que es la bomba
- Marisco fresco, sobre todo chirlas
- Aceite de oliva, el lubricante más natural del mercado
PREPARACIÓN
Para las personas heterosexuales, la paella simboliza muchas veces el fin de una relación amorosa, por aquello que se cuenta de que, en una boda heterosexual todo es arroz y más arroz, pero cuando llega el divorcio todo es pa’ ella, pa’ ella… Con las lesbianas, sin embargo, no ocurre lo mismo, porque solemos ser tan generosas que siempre lo hacemos todo pa’ ella, pa’ ella, aunque “ella” nos trate fatal… En fin…
Centrándonos en la receta, el secreto de una buena paella está en seleccionar el marisco más fresco, especialmente las chirlas. Si vivís en una zona costera, lo mejor es que las recojáis vosotras mismas. Solo necesitáis un cubo y esperar a que baje la marea, y mientras paseáis por la orilla de la playa veréis un montón de chirlas en la arena. Un consejo: si queréis ahorraros problemas, recoged solamente las chirlas solteras, aunque, si las encontráis por parejas y quieren acompañaros ambas… ¡Al cubo las dos!
Por otra parte, aseguraos siempre de que no se os pase el arroz, porque eso echaría a perder el plato. Si sois jóvenes, no tendréis ningún problema en este sentido, pero si tenéis cierta edad, sobre todo a partir de los cuarenta, seguramente os dirán muy a menudo aquello de “nena, espabila o se te va a pasar el arroz”. No hagáis caso de semejante tontería, no es más que una falacia, el arroz no se pasa por culpa de la edad sino de la pasividad. Si os mantenéis activas, vuestro arroz se mantendrá siempre en su punto tengáis la edad que tengáis. Y además, ya está bien de que nos machaquen a nosotras, las mujeres, con eso del arroz pasado. ¿Habéis oído que se lo digan a un hombre alguna vez? ¿Verdad que no? Pues eso…
Y nada, controláis las proporciones de agua y de arroz, añadís el marisco al final y dejáis reposar la paella antes de servirla. Si os gustan las bichas, os las coméis, empezando por chuparles la cabeza y todo lo demás. Y si no os gustan y preferís comer solo arroz, apartáis las bichas o las repartís entre las demás comensales… ¡Buen provecho!