CocínaLES: 'Magdalenas borrachas'
INGREDIENTES (para 1 lesbiana)
- 1 mueble bar bien surtido con alcohol variado
- Papel arrugado
- Un poco de doble moral
PREPARACIÓN
Un postre delicioso de sabor agridulce que podéis preparar en casa, sin prisas, y que también podéis tomar como desayuno, especialmente los fines de semana y las fiestas de guardar. Además, las Magdalenas son muy fáciles de encontrar, solo tenéis que asistir a cualquier procesión de Semana Santa y allí las veréis, desfilando todas con caras largas de sufrimiento, siguiendo al Cristo crucificado o a cualquier imagen de la Santa devota del lugar. No hagáis caso de los cirios que suelen llevar, la mayoría de Magdalenas sostienen cosas fálicas para despistar, pero todas sabemos que, muy en el fondo, son “bollos pequeños, hechos y presentados en moldes de papel rizado”. Así las define por lo menos el diccionario de la RAE. Y ahí es donde tenéis que poner en práctica eso de la doble moral, para convencer a una o a varias Magdalenas de que se pasen por vuestra casa después de la procesión. Seguro que aceptan, aunque al principio se hagan de rogar.
En general, las Magdalenas son dulces y suaves, es el alcohol lo que les da ese punto amargo y les añade el carácter necesario para una velada intensa y desinhibida. Un dato importante: en los últimos tiempos ha salido una versión modernizada de las Magdalenas, las muffins, que suelen encontrarse en los aeropuertos, pero no son más que una caricatura de las originales. Donde esté una Magdalena auténtica, que se quiten todas las muffins del mundo.
Pues eso, os vais de procesión y repartís tarjetas vuestras entre las Magdalenas penitentes. Luego volvéis a casa y esperáis a que se presente alguna. Paciencia, alguna vendrá, aunque solo sea una. Cuando llegue, la invitáis a pasar. Si quiere dejar el cirio y la toca en el recibidor, mejor. De hecho, lo ideal sería que accediera a desnudarse y a dejarse envolver con el papel rizado o arrugado que caracteriza a toda buena Magdalena. Después, la rociáis con alcohol, el que ella prefiera, un buen ron o brandy reserva suelen dar los mejores resultados. Veréis que, cuando la Magdalena esté borracha, se quitará ella misma el papel arrugado y se pondrá en posición para que podáis comerla… Un placer celestial para vuestro paladar…
FOTO: cotallo-nonocot
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