Publicado el junio 8th, 2020 | por InOutRadio
0Desconocidas & Fascinantes: Enheduanna, la primera poetisa (siglo XXIV a.C) por Virginia Garzón
Érase una vez una princesa que permaneció dormida más de 4.200 años bajo el peso de la arena del desierto. Hasta que, en 1927, el británico Sir Leonard Woolley la descubrió. Con ocasión de unas excavaciones, a cargo del Museo Británico y dela Universidadde Pensilvania, en el templo de Ur, al sur del actual Irak, este arqueólogo encontró un disco de alabastro de25,6 cmde diámetro que desvelaría la existencia de una poetisa mil setecientos años antes de Safo.
El disco pertenece a un periodo de la historia antigua de Sumeria, situada entre los ríos Tigris y Éufrates. Se considera que esta región de Oriente Medio fue la cuna de la civilización y a ella se atribuye la aparición de la escritura, además de numerosos conocimientos matemáticos y astronómicos. El disco corresponde al imperio acadio que, fundado por el rey Sargón de Acad, fue el primero de la historia. Hasta su descubrimiento no se sabía si el legendario Sargón era un mito o un personaje histórico real. Tampoco se tenía constancia de su hija, Enheduanna. Descendiente de la reina Tashlultum, nació en Acad hacia el año2.300 A.C. Fue educada en la corte y nombrada Suma Sacerdotisa del dios dela Luna, Nanna.
La importancia del disco no radica solo en ser una prueba histórica de la existencia de Enheduanna, sino que también ofrece un retrato suyo tallado, realizando un ritual para su amada Inanna. Tras este hallazgo, las excavaciones arqueológicas continuaron y se encontraron tablillas de arcilla con 48 poemas dela Suma Sacerdotisa, alcanzando 4.200 líneas, todos ellos firmados por ella misma, con lo que fue la primera autora de la historia. Empezó a escribir apenas 350 años después de que la escritura estuviera constituida por completo.
Dado el mal estado de estos descubrimientos y la dificultad añadida de que estaban escritos en sumerio y acadio, lenguas entonces todavía por descifrar, se tardó bastantes años en conocer su contenido. No fue hasta la década de los sesenta (del siglo XX), gracias a William W. Hallo y J.J. A Van Dijk, que pudimos conocer la obra literaria de esta autora compuesta por 42 himnos a templos,3 aNanna y3 aInanna.
Leyendo estos documentos, se escucha la voz de Enheduanna hablándonos a través de los siglos y dejando testimonio del derrocamiento de su padre, del destierro de la familia real, incluida ella misma, así como de la recuperación posterior del trono usurpado. También dejó constancia del asesinato de su hermano y de su tío, ambos sucesores al trono, así como de un terrible terremoto que asoló el reino. Por lo tanto, fue también la primera cronista de la que se tiene constancia.
Los poemas dedicados a Inanna son de alto interés por sus aportaciones en el campo de la teología y la psicología. En ellos trata cuestiones tan variadas como la existencia de una deidad única, la facultad de las emociones para arruinar relaciones, el poder de destrucción de la naturaleza, cómo superar la pérdida de forma integra, cómo vencer la dependencia o incluso un tema tan actual cómo el transgénero. Pero, además, en sus escritos encontramos historias muy parecidas a las que bastantes años después se recogerían enla Biblia, como el Jardín del Edén o el Génesis.
Por si fuera poco, destaca una pasión desbordante hacia la diosa Inanna. Si bien el padre de Enheduanna respetó la tradición al destinarla al dios Nanna, ella se decantó con descaro por la hija de éste, diosa del amor, de la guerra y protectora de la ciudad de Uruk. La situó en lo más alto de la jerarquía divina y llegó incluso a designarla como la única deidad existente.
La influencia de Enheduanna abarcaba todo el imperio y usó su situación para crear y promover su visión del mundo. Si tenemos en cuenta que los templos eran el centro no sólo de la vida religiosa, sino también de la económica y social, podemos imaginar el poder e impacto que tuvo su obra. Sus textos la sobrevivieron, dado que se han encontrado copias hechas en escuelas de escribas de hasta casi quinientos años después de su muerte.
Roberta Binkley, profesora enla Universidaddel Estado de Arizona y especialista en su obra afirma que el proceso creativo de Enheduanna parece resultar de la intima interacción con la diosa, de su amor apasionado y consumidor por ella.
Enheduanna ha fascinado también a Judy Grahn, historiadora y escritora norteamericana especializada en temas feministas y de cultura homosexual, quien hace una lectura lesbiana del amor de la suma sacerdotisa por Innana. Para ello, se basa en la sensual exaltación de la belleza que refleja en sus cantos sobre la diosa, a la que incluso se refiere como “esposa”.
Rictor Norton, investigador estadounidense de la historia de la literatura y la cultura, en especial de la gay, le da la razón. En efecto, considera muy probable que Enheduanna fuera lesbiana. Destaca las descripciones sensuales y exaltadas que hace de la belleza física de Inanna, el amor por su ferocidad, la completa ausencia de referencias heterosexuales en sus escritos y sus relatos sobre la diosa celebrando uniones homosexuales.
Señora del Corazón Más Grande
Señora
eres espléndida
(…)
TÚ amante de los poderes del paraíso
TÚ sin igual en la tierra
TÚ exaltada por tu cuenta
ni el paraíso ni la tierra pueden frenar tu fama
(…)
Reina
Amante
Eres sublime
Eres venerable
Inanna
Eres sublime
Eres venerable
Mi señora
He mostrado tu grandeza resplandeciente
Restaura tu corazón para mí
Para saber más
Inanna, Lady of Largest Heart: poems of the Sumerian High Priestess Enheduanna. Betty De Shong Meador,University ofTexas Press, Estados Unidos, 2002.
El libro recoge y contextualiza los tres poemas de Enheduanna a su diosa, actualizando su lenguaje para hacerlo más comprensible. Lectura imprescindible si se quiere profundizar en su figura.
Roberta Binkley: http://www.public.asu.edu/~rbinkle/vita.htm y http://www.angelfire.com/mi/enheduanna/museum.html
Another mother tongue: gay words, gay worlds. Judy Grahn, Gay, Lesbian, and Gender Studies, Beacon Press, 1990.
Mujeres eternas, de Rodrigo Quesada Monge. Revista virtual Escáner Cultural, Número 23, Santiago de Chile, 2000.
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