Publicado el mayo 23rd, 2019 | por InOutRadio
0Broken Hard: 'Frecuencia cardíaca'
Dicen que la frecuencia cardíaca es importante y que varía de una persona a otra. Por lo visto, debemos controlar el número de veces que nuestro corazón se contrae cada minuto. ¡Qué difícil!
También dicen que la frecuencia cardíaca es distinta entre las personas deportistas y las que no lo son. ¿Y entre las que son enamoradizas y las que no lo son? ¿También varía el ritmo y la intensidad cardíaca?
Sin duda alguna, quien ama ejercita su corazón; y quien sufre por amor, también. Entonces, ¿por qué preocuparnos? Hagamos lo que hagamos, tanto si amamos como si no, nuestro corazón se resiente. No existe la calma, la llamada “frecuencia cardíaca en reposo” es un mito. Cada día, a todas horas, nuestras pulsaciones se aceleran y desaceleran por causas muy aparentes. Una simple mirada en un bar, en la calle o en el metro nos eleva hasta la “frecuencia cardíaca máxima” en pocos segundos. Y luego, si la chica se va, descendemos de nuevo al letargo cardíaco.
Una primera cita dispara la adrenalina; al primer beso se desborda el torrente sanguíneo; en la primera noche, el corazón pasa de 0 a 100 en milésimas de segundo, y muchas veces, además. En el primer adiós, el corazón se para en seco. En los demás adioses, también, pero cada vez menos. Con cada ruptura aprendemos a sobrevivir un poco más muriendo un poco menos.
Así es como nos convertimos en deportistas, conociendo, amando, desamando, rompiendo, volviendo a conocer, a amar, a desamar y a romper. Esa es nuestra verdadera frecuencia cardíaca, la única que existe en realidad. Y todos los deportes del mundo también se resumen en uno, uno solo: la vida.
La vida, una carrera de obstáculos en la que gana siempre quien es capaz de tumbarlos todos y seguir adelante…
Preparadas… Listas… ¡YA!
FUENTE:
http://www.mundoatletismo.com/Site/atletismopopular/01d67c944b0dec402.html