Hay quien dice que estoy como una cabra,
lo dicen, lo repiten, ya lo creo,
pero soy una cabra muy extraña
que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo soy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas.
¡Cabra! Escribo en los tebeos.
Vivo sola. Cabra sola
-que no quise cabrito en compañía-,
cuando subo a lo alto de ese valle
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por mi cuenta, cabra sola,
que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
entonces si lo estoy, no dudar de ello.
Publicado el noviembre 27th, 2020 | por InOutRadio
2Desconocidas & Fascinantes: Gloria Fuertes, 'Poeta de guardia' por Gloria Bosch
“Me llaman hada de los niños, poeta de guardia, chula sentimental, sola en la sala, la buena uva, cabra sola también me llaman y yo me llamo…Gloria Fuertes. Hago versos, señores, pero no me gusta que me llamen poetisa. Soy poeta desde niña y pacifista desde antes de nacer. Me fastidian las penas, me da alergia el enfado. Vivo del cuento y lucho y rezo por la paz”.
Gloria Fuertes nació en Madrid el 28 de julio de 1917 en el seno de una familia humilde, su madre, costurera y sirviente; su padre, portero y conserje. Fue la menor de nueve hermanos, seis de los cuales mueren de forma prematura. Su infancia transcurre en las bulliciosas calles cercanas a la antigua Plaza del Progreso. Era una niña alegre y extrovertida y desde pequeña quiso escribir, pero la falta de medios la lleva a trabajar enviando cartas o contando huevos en una fábrica.
Su madre la matricula en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer, donde recibió la formación que entonces se consideraba necesaria para una futura ama de casa: cocina, cuidado de niños, corte y confección, etc. Con quince años muere su madre. La Guerra Civil cambia su vida, la pérdida de su novio y sus propias experiencias marcan su carácter pacifista.
En 1939 escribe su primer relato para niños y lo envía al semanario Maravillas, donde es publicado y donde entrará a trabajar como editora durante diez años. De 1940 a 1955 publica muchos cuentos en la revista Maravillas así como en la revista Pelayo. En 1942, conoce a Carlos Edmundo de Ory.
En 1950 se publica su primer poemario: Isla ignorada. Funda una tertulia de mujeres poetas que dará origen al grupo Versos con Faldas, grupo tremendamente activo que organiza lecturas de poesía y colabora en revistas como Rumbos, Poesía Española o El pájaro de paja. En 1952 funda la revista Arquero, conjuntamente con Antonio Gala, Rafael Mir y Julio Mariscal. En 1954 publica Antología y poemas del suburbio y Aconsejo beber hilo.
En 1955 obtiene un puesto de bibliotecaria en el Instituto Internacional de Madrid. Consigue, en 1961, una beca Fulbright para dar clases de literatura española del s. XX en Pennsylvania durante 3 años. En 1958 recibe la Primera Mención del Concurso Internacional de Poesía Lírica Hispana con Todo asusta. En 1962 publica Que estás en la tierra, en la colección Colliure dirigida por José María Castellet.
En 1965 gana el Premio Guipúzcoa por Ni tiro ni veneno ni navaja. En 1968, publica su obra más lograda: Poeta de guardia y Cangura para todo, primer libro de cuentos para niños.
En 1972, es becada por la Fundación March y así puede trabajar con libertad. Publica montones de obras para niños y libros de poemas como Cuando amas aprendes Geografía (1973) y Sola en la sala (1973).
En los años setenta trabaja en Televisión Española en Un globo, dos globos, tres globos y en La cometa blanca a partir de 1982. En septiembre de 1998 se le diagnostica un cáncer de pulmón. Gloria fallece el 27 de noviembre de ese mismo año.
En uno de sus versos, a modo de epitafio, Gloria escribe: “Porque soy mujer de verso en pecho no me arrepiento nada de lo que hecho”.
Así era ella, directa, ingeniosa, juglar, grande por fuera y por dentro. Desde la adolescencia sus poemas me acompañaron con frecuencia y sus libros, que aún conservo un tanto envejecidos, subrayados, releidos junto a sus emotivas dedicatorias, fueron una especie de muleta en las horas bajas y un estímulo para coger la pluma y empezar a escribir.
El grupo Veus de Dones, del cual formo parte, quiso rendir homenaje a la poeta con la lectura dramatizada “Que estás en la Gloria” que presentamos en el C.Dones Francesca Bonnemaison, un diálogo entre dos Glorias Fuertes, dos formas de ver la vida, desde la ironía, el escepticimo, la espontaneidad de una hasta el romanticismo, la melancolía, el misticismo de la otra. Sabemos que Gloria era un cóctel de personalidades y su grandeza radicaba en tener un estilo propio, único: “Escribo sin forma pero con fondo, escribo como me da la gana”, había dicho en una ocasión. A menudo huía de toda retórica, acudiendo a un lenguaje llano, coloquial, pero no exento de sabiduría e ingenio.
Aquí os dejo un poema, a modo de autorretrato:
A los pies de la Catedral de Burgos,
nació mi madre.
A los pies de la Catedral de Madrid,
nació mi padre.
Yo nací a los pies de mi madre
en el centro de España, una tarde.
Mi padre era obrero,
modista mi madre.
Yo quisiera haber sido del circo
y sólo soy esto.
De pequeña,
fui a un reformatorio y a un colegio gratis.
De joven fui al dolor
y en el verano a un Preventorio,
y ahora voy a todas partes.
He tenido lo menos siete amores,
varios jefes malos
y apetito envidiable.
Ahora tengo, dos recordatorios
y un beso, muy de tarde en tarde.
Autora de más de cuarenta libros de cuentos, poemas y teatro, escribió también guiones de televisión. Fue precisamente en este medio donde Gloria se hizo realmente popular y, aunque se la conoció más como “poeta de los niñ@s”, logró conseguir algo que no es fácil en poesía, escribir también para el niño y la niña que tod@s llevamos dentro.
Desde siempre Gloria fue una mujer inconformista, rompedora, en una época en que llevar corbata, pantalones, decir tacos e ir en bicicleta no eran rasgos demasiado bien vistos en una mujer. “Creo que fui la primera en ir en bicicleta por la ciudad. Era diferente. Más tarde empecé a ponerme corbatas, siempre me han gustado pero yo, de coser, nada. En cuanto murió mi madre, tiré las agujas”, dijo en una entrevista. Su peculiar personalidad se reflejó también en su poesía. Uno de sus más celebres poemas que resalta su inconformismo:'
' Cabra Sola'.
Contundente, irónica, antipoeta –como ella misma se calificó -escribió en 1973 Sola en la sala, quizás el libro más existencial de Gloria, expresando en poemas brevísimos sus sentimientos de angustia más desolados. Los temas principales de su poesía giraban en torno a temas sociales: la guerra, el hambre, la soledad pero fue el binomio amor-desamor el leitmotiv de su obra. Abierta, espontánea, divertida utilizó a menudo el humor como tabla de salvación para liberarse del desamor. “El amor es hermoso y difícil pero los amores difíciles son terribles. Lo que pasa es que el destino nos hace querer lo imposible”, declaró en una de sus últimas entrevistas. En la sociedad que le tocó vivir, regida por prohibiciones, normas y prejuicios, no existían tantas posibilidades de salir del armario como ahora. Por eso, en una de las pocas ocasiones que tuve el placer de hablar con ella me dijo, respecto al tema de los amores “prohibidos”. “A mí, los niños me consideran una especie de hada, un hada madrina así que debo callarme algunas cosas”.
Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
– siempre dice lo mismo- dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
– los jueces y los santos no van a entender nada-
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.
Callar o decir, esa era la cuestión. Paradójico en una mujer que desnudó su alma tantas veces a través de sus poemas y que fue una de las voces más personales de la Historia de la Poesía. La mujer de voz grave y sonrisa tierna falleció a los 80 años. En uno de sus poemas escribió: “Triunfé con mi poesía y no asistí al triunfo. Si tengo algo mejor que hacer, tampoco asistiré a mi entierro”. Seguro que ese día llevaba una copa de vino tinto, un folio en blanco y un cigarro entre los labios por si, en el camino, cruzaba con algunas de sus musas una mirada ingenua y pícara a la vez.
Levantemos la copa con este último brindis. Va por ti, Gloria!
Con la música de Sílvia Comes: CD: 'Sílvia Comes Fuertes'.
M'ha encantat! ES fantastic! Meravellos! Emocionant!
Com s'explica aixo que se sent al pit.... ??????
Precioso como lo fué ella!!!!
Gracias!!!!