Publicado el agosto 12th, 2019 | por InOutRadio
0Desconocidas & Fascinantes: Claude Cahun, Autorretrato del tercer género. 'Me veo, luego existo' por Carrie Romero
Claude Cahun pasó casi inadvertida en su época, sin duda a causa de su independencia y su libertad, pero también por su carácter multidisciplinar: era escritora, mujer de teatro, artista plástica, fotógrafa y activista política. Esta variedad la ha convertido en una figura reivindicada tanto por artistas o diseñadores de moda en busca de inspiración como por defensoras de la emancipación de la mujer y partidarias de la indefinición de los géneros.
Su verdadero nombre era Lucy Schwob. Nació en Nantes en 1894, en el seno de una familia de intelectuales judíos de la alta burguesía. Una familia rica aunque desdichada a causa de la locura de su madre. Su padre era director del periódico “Le Phare de la Loire” y hubo también dos figuras masculinas que la marcaron: su tío Maurice, vinculado al simbolismo y amigo de Oscar Wilde, y su tío-abuelo Léon Cahun de quien adoptó el nombre de Claude Cahun en su honor.
Cursó estudios en Oxford entre 1907 y 1908 y, posteriormente, en 1914, estudió Filosofía y Letras en la Sorbonne, de París, ciudad en la que se instaló a partir de 1920. Vivía en pleno Montparnasse y por su casa pasó toda la intelectualidad parisina. Trabó contacto con las mujeres de la Rive Gauche y se rodeó de un círculo de intelectuales y artistas de los que se nutrió y donde dejó su particular impronta
Con la también artista Suzanne Malherbe, que firmaba sus obras como Marcel Moore, formó una de las parejas de lesbianas más famosas y controvertidas de la época. Se conocieron en 1909 al casarse el padre de Claude con la madre de Suzanne lo que hizo que se convirtieran a la vez en hermanastras y amantes. Ambas fueron (y son) iconos del transgénero.
Como artista: Claude Cahun hizo de su cuerpo su escenario de experimentación plástica. Por ello se la considera una precursora. Le fascinaba también el mundo de la interpretación. Participó en el teatro de vanguardia de París, representando indistintamente papeles femeninos y masculinos.
En su obra fotográfica encontramos tanto el impulso narcisista llevado a sus últimas consecuencias como la disolución o multiplicación de su propio yo en el disfraz y en la máscara, cara y cruz de su propia personalidad. Otra parte de su faceta fotografíca se centra en la exploración del surrealismo.
André Breton le escribe: “Es usted uno de los espíritus más curiosos de este tiempo”.
En su obra escrita se deja sentir la influencia de autores como Rimbaud y André Gide o pensadores como Nietzsche. En 1925 publicó, en Le Journal Littéraire, Heroínas una serie de siete relatos cortos e irónicos sobre arquetipos femeninos, en memoria de las “moralidades legendarias”: Eva, la demasiado crédula, Dalila, la mujer entre las mujeres, Judith, la sádica, Helena, la rebelde, Safo la incomprendida, Salomé, la escéptica… etc. En 1930 publicó su libro más famoso Aveux non avenus / Confesiones no confesadas, una obra inclasificable de “poemas-ensayos”, ilustrados con diez fotomontajes realizados por ella misma y por su compañera, que indaga en la androginia y, de nuevo, en la máscara y el espejo.
Hay que destacar también su compromiso político. En 1932 se adhiere al AEAR (Association des Écrivains et Artistas Révolutionnaires) de inspiración comunista, aunque pronto se pasó al troskismo (y se solidarizó con el grupo surrealista). Su activismo la lleva a publicar en 1935 Les Paris sont ouverts, un ensayo en el que reivindica la autonomía literaria contra todo intento burocrático de supeditar el arte a la ideología. Participó también en el grupo de ultraizquierda Contre-Attaque, liderado por George Bataille y André Breton, Firmó manifiestos contra el fascismo pero también contra el imperialismo francés y denunció el golpe de estado franquista y la pasividad del gobierno del Frente Popular francés.
Claude y Marcel (o Lucy y Suzanne) protagonizaron un sonado y arriesgado episodio durante la ocupación alemana en la isla de Jersey. Se hicieron pasar por una unidad de resistencia, imprimieron y repartieron miles de octavillas en las que llamaban a la insurrección para hacer creer a las tropas invasoras que existía una ofensiva en su contra. Eso las llevó a ser arrestadas por la Gestapo y no fueron ejecutadas de puro milagro. Se libraron gracias a que la isla fue liberada poco antes de que se ejecutara la sentencia.
Allí murió en 1954 y tanto su aislamiento voluntario al final de su vida como el saqueo de sus fotografías por las tropas alemanas sumió su figura en el olvido. Su obra empezó a ser reconocida gracias a la biografía que hizo de ella François Leperlier (1992) y su retrospectiva en el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris (1995)
" Mi opinión sobre la homosexualidad y los homosexuales es exactamente la misma que mi opinión sobre la heterosexualidad y los heterosexuales. Todo depende de los individuos y las circunstancias. Yo reclamo una libertad general de comportamiento.
Claude Cahun, L'Amitié, 1925.
Para saber más:
Ciudad de mujeres
http://www.ciudaddemujeres.com/mujeres/Fotografia/CahunClaude.htm
Claude Cahun: el tercer género o la identidad polimorfa. DIANA SALDAÑA ALFONSO
http://www.ucm.es/BUCM/revistas/bba/11315598/articulos/ARIS0202220197A.PDF
http://www.connectotel.com/cahun/