rss search

¡Estás KTsaLES! – Nilda

line

Nilda nos ha hecho llegar su experiencia, o quizá deberíamos decir “sus experiencias”, porque el relato de Nilda demuestra que, muchas veces, nunca terminamos de salir del armario. Con la familia, con amigos y amigas, con otras personas de nuestro entorno… Con reacciones distintas en cada caso. Quizá lo que más nos gusta del relato de Nilda es la conclusión final, donde dice que lo que más le costó fue aceptarse a sí misma para ser libre. ¿A quién no le ha ocurrido? Hemos revisado ligeramente el texto sin tocar para nada su esencia, que es muy verdadera y sincera. Muchas gracias, Nilda, por contarnos tu caso, y si alguna más se anima, ya sabéis que podéis dejar aquí vuestro testimonio, o bien enviarlo por correo electrónico a [email protected]

 

Aún no sé ni cómo lo hice, y cada poco que lo comento es una salida de armario más para mí, porque pasé por varias etapas: primero con mi hermano menor, cuando los dos nos confesamos que éramos homosexuales. Nos encontramos en la parada de bus llorando abrazados y riendo… ¡Ya no estábamos solos con ello!

Con mi padre fue más difícil, al menos para mi hermano, que se comió un cachetón, previo al mío. Se lo dije estando yo en casa con la chica con la que estaba en ese momento, el amor para mí, y si no se llega a interponer mi hermana, que entonces tenía doce años, pues no sé qué habría pasado. Igualmente, el segundo cachetón fue para mí, un tanto todo muy violento. Estuvimos siete años sin hablarnos, nos echó de casa, y adonde iba yo iba mi hermano, y así nos fuimos a vivir todos juntos. Mi hermanita se lo tomó muy dulcemente y solo dijo: “son mis hermanos y les re-quiero”. ¡Me mató!

Fue pasando el tiempo y mi hermano, el menor de los tres, falleció. Entonces todo cambió. Mi padre empezó a aceptarnos, hoy es nuestro mejor amigo y se lleva súper bien con mi cuñado. Mi hermano se casó hace nueve años y vive por las Europas…

Después me tocó salir del armario con los amigos. Les he perdido a todos, solo me queda Cecil, ¡que es lo MÁS! Aún estamos día a día con la amistad, y su novio es re-amigo mío. Hice nuevos amigos, todo genial, tengo más amigos heteros que gais.

Más tarde, el reencuentro con compañeras de la escuela primaria, después de más de 20 años, o incluso más (estoy delatando mi edad). Aquella fue la salida de armario más larga y más completa que he tenido, y la mejor, porque se quedaron todas encantadas conmigo. Eso me levantó el ego, y mucho, aunque algunas hacían sus comentarios por lo bajo, pero la mayoría se lo tomó como lo que debe ser, como algo muy natural y ya común aquí, luego de la ley del matrimonio. Y pues eso, resumido, claro.

Creo que lo más difícil fue aceptarme a mí misma y asumirlo para poder ser libre frente al mundo. Lo demás no me importó tanto, o al menos, no lo sufrí.

 

Besos,

 

Nilda

 



Deja tu comentario