Delirium Premens

Las mujeres crecemos oyendo a todas horas a nuestro alrededor que somos “raras”, que somos “histéricas”, que somos “complicadas”, que es imposible entendernos… En general lo dicen los hombres, claro, seguramente porque su maquinaria de funcionamiento es mucho más simple que la nuestra. Bueno, en el caso de las lesbianas, además de los hombres también nuestras madres suelen decir que somos “raritas”…
Luego, un día, siendo adolescentes, de repente nos sentimos raras de verdad, nos viene la regla por primera vez y nuestras madres se dedican a contarlo a toda la familia, a las vecinas y a las amigas: “Oye, que la niña ya es mujer”… ¡Como si hasta entonces hubiéramos sido marsupiales!
A partir de ese día y hasta alcanzar la menopausia, nuestra vida no vuelve a ser la misma, y no sólo por la menstruación sino, sobre todo, por esos días previos en los que no sabemos si reír o llorar, si gritar o callar, si odiar o amar… Y al final, hacemos de todo un poco, porque durante el DELIRIUM PREMENS nunca acertamos a ser dueñas de nuestros actos…
Y tú, ¿cómo te sientes en esos días de locura que preceden a la menstruación?

Delirium Premens: ‘(In)flujo lunar’

Delirium Premens – (In)flujo lunar

Por fin he comprendido por qué a las mujeres se nos tacha de lunáticas tan a menudo. ¡Es por la menstruación! Mejor dicho, por la supuesta relación entre la menstruación y la Luna.

Que el ciclo menstrual dura más o menos lo mismo que el ciclo lunar es un hecho, hasta cierto punto, demostrable. Ahora bien, la cantidad nada despreciable de mitos, leyendas y cábalas que se han construido alrededor de esto a lo largo de la historia no es, ni mucho menos, tan fiable. Basta con navegar un poco por Internet para darse cuenta de que se dice de todo. Por un lado, he leído que el ciclo menstrual podría sincronizarse perfectamente con las fases de la Luna si no fuera porque la luz artificial interfiere negativamente en nuestra vida. Según esta teoría, si no estuviéramos sometidas a la luz artificial las mujeres gozaríamos de un ciclo perfecto. ¿Y cuál es ese ciclo perfecto? A Internet me remito de nuevo: ovular en Luna Nueva y menstruar en Luna Llena. He de admitir que me parece creíble y, hasta cierto punto, lógico.

Pero, sin duda, lo mejor que he encontrado en la Red acerca de la Luna y la menstruación es una “tabla lunar para uso de las mujeres”, que describe una serie de circunstancias que marcan nuestra vida diaria según el día del mes en que empezamos a menstruar. De todo se dice aquí, de todo, desde que la aparición de la regla en el primer día del cambio lunar asegura una sorpresa agradable hasta una pronta decepción si aparece el segundo día. Llego al día cinco y me preocupo, porque, por lo visto, si la regla me viene ese día, una amiga envidiosa intentará enemistarme con una persona a quien quiero mucho. Si me viene el diez, recibiré un regalo que me costará muy caro. Y yo me pregunto: si es un regalo, ¿por qué va a salirme caro? El undécimo día, malo para los proyectos; el decimonoveno recibiré una visita empalagosa; pero, afortunadamente, si me viene la regla el día veinticinco me reiré con una vecina; y ¡ojo! si es el veintisiete, recibiré una declaración de amor. Y así hasta el delirio más absoluto.

¿Qué hay de cierto en todo esto? Más bien poco, creo yo, aparte de un cierto influjo de la Luna sobre el ciclo de las mujeres, como sobre el resto de ciclos naturales. Lo malo es que, a partir de aquí, se han construido toda clase de argumentos falsos que nos han perjudicado como mujeres. Un ejemplo: según explicaba el autor romano Plinio en su obra Historia Natural, “aproximarse a una mujer en este estado (entiéndase menstruación) tornará el vino agrio, las semillas que sean tocadas por ella se volverán estériles, los injertos se secarán y la fruta se caerá del árbol debajo del cual ella se siente.” (…) “…las abejas rechazarán a sus hembras si son tocadas por una mujer que está menstruando… El mismo fuego, un elemento que triunfa sobre todas las demás sustancias, es incapaz de vencerla.”… En fin…

Más información seudo científica

http://witches-house.blogspot.com/2009/03/la-verdad-sobre-la-luna-y-la.html

Un poco más de esoterismo sobre el tema: Tabla lunar para uso de las mujeres

http://www.todamedicinaalternativa.com/terapias/creencias/salud-luna/mujres-menstruacion

Documental “La Luna en ti” (trailer)

FOTO: Agent 1994

http://www.flickr.com/photos/agent1994/5294795269/sizes/m/in/photostream/

Carme Pollina-La Polli

Delirium Premens: ‘Hola, soy tu menstruación’

Mi menstruación Ana Palacio, ex ministra del PP

Hola, soy tu menstruación ( a dúo Satchi-Polli)

Alguien llama a mi puerta, como casi cada día. Es lo que tiene vivir en un bajo, que todo el mundo usa mi timbre para entrar en el edificio: la cartera, la lechera, la butanera, la fontanera, la afiladora, las testigas de Jehová, las vendedoras de pisos, las encuestadoras… ¡Todas! Por lo general no suelo contestar, pero de vez en cuando pruebo suerte y descuelgo el interfono, solo para reírme un rato.

—¿Quién es? —pregunto con tono seco.

Una voz de mujer contesta al otro lado.
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Delirium Premens: ‘Hinchazón’

De vez en cuando le dejo leer algunos textos a la Satchi, para que se sienta más importante. Como sé que le va la marcha, suelo pasarle los textos más subidos de tono, los más sugerentes, porque pienso que así le puedo alegrar un poco el día. Como no voy a misa, tengo que ganarme el cielo de alguna manera… Así que hoy la Satchi os va a explicar otro de los síntomas premenstruales por excelencia: la hinchazón, esa sensación tan incómoda que todas, unas más y otras menos, sentimos cada mes mientras nuestro cuerpo y nuestra mente se preparan para menstruar…

El día que empieza la hinchazón lo notas enseguida por los pantalones, que te aprietan la cintura y la parte superior de las piernas más de lo debido, y a veces también por el sujetador, que parece incapaz de sostener tus pechos sobredimensionados. Y también lo notas en las cartucheras, verdaderos depósitos de líquidos que quedarán allí retenidos durante días y días, hasta que la menstruación decida abrir las compuertas para dejarlos salir.

Te sientes gorda, te sientes vaca, te sientes acuosa a cada paso que das, y cada día que pasa aumenta esa desagradable sensación sin que puedas hacer nada para impedirlo. Rezas para que te baje la regla de una vez, pero lo único que te baja es la libido al verte tan hinchada como un pez globo…

Luego, al segundo o tercer día, dependiendo de la complexión de cada una, empiezas a perder pie. Ocurre así, de repente, sin previo aviso. Vas por la calle y una chica te para y te dice: “disculpa, pero vas andando sin pisar el suelo. ¿Te importaría decirme cómo lo haces?”. Y entonces tú, al mirar hacia abajo y ver tus pies suspendidos en el aire, te das cuenta de que es verdad, de que la hinchazón, que va en aumento, te hace levitar como un globo de helio que empieza a elevarse. La gente te mira mal, como si fueras un monstruo de circo, y a ti no se te ocurre otra cosa que pedir ayuda a esa chica, que sigue mirándote entre extrañada y lasciva: “por favor, ¿te importaría acompañarme a casa? Es que así, suspendida como voy, no puedo controlar mis pasos, ya lo ves”. Y la chica, que ya se ha puesto un poco cachonda y se lo toma como una invitación a una sesión de sexo desenfrenado, te contesta que sí, que por supuesto, que faltaría más”. Así que, sacas un fino cordel de tu bolsillo (siempre lo llevas encima para cuando se presenta la hinchazón premenstrual), te atas un cabo a una muñeca y le das el otro cabo a la otra “muñeca”, a la chica que se ha ofrecido a llevarte a casa. Y ella te lleva, como una niña a la que acaban de comprar un globo en una feria. Incluso le brillan los ojos de emoción…

Frente al portal de tu casa, le das las llaves de tu piso y le pides que te suelte, diciéndole que prefieres entrar por el balcón. Y ella obedece. Y al soltarte, tú empiezas a elevarte procurando no separarte de la fachada del edificio. Y cuando llegas a la altura de tu balcón te aferras a la barandilla con ambos brazos y saltas hacia dentro con una maniobra de gran precisión. Por suerte, lo has hecho otras veces y tienes práctica, cualquier pequeño error te haría correr el riesgo de elevarte sin parar hacia el cielo azul hasta que la presión atmosférica te hiciera estallar en mil pedacitos. Y en tu esquela pondría: “Siempre fuiste una mujer de altos vuelos. Te recordaremos eternamente”.

Ya en tu casa, vas recorriendo las estancias con la cabeza pegada al techo y el cordel colgando de tu muñeca. La chica te espera en la sala, sentada en el sofá. Quiere sexo, claro. Y tú también, porque estás premenstrual. Te asombras de que, en tu estado de máxima hinchazón, alguien se interese por ti desde el punto de vista sexual. Le adviertes de los riesgos, pero ella insiste, le dan morbo tus redondeces, y mientras ella va tirando del cordel tú vas bajando, bajando y bajando hasta quedar a su altura. Quiere abrazarte toda, pero no puede, sus brazos no dan para más. Os besáis y os acariciáis con pasión, todo va bien hasta que ella te muerde en el cuello, muy cerca de la oreja, y en ese mismo momento tú sales disparada por la ventana por propulsión a chorro y ella se queda plantada en medio de la habitación, con los brazos vacíos y la desilusión propia de una niña que acaba de quedarse sin su globo…

La Polli-Carme Pollina

[email protected]

Delirium Premens - Perdidas

(intro Polli)

Escoger bien los productos de higiene íntima puede parecer fácil de entrada, pero no lo es en absoluto, porque a las mil y una marcas y a los cientos de productos que inundan los supermercados se suman los consejos y las recomendaciones de amigas y conocidas, y así es imposible aclararse y dar con lo que más nos conviene…

Y vosotras, ¿habéis encontrado ya los productos ideales? ¿Cómo conseguís no perderos entre mil marcas y modelos? Si queréis, enviad vuestros comentarios a [email protected]

(texto Satchi)

Perdidas

Pocas tareas pueden llegar a ser tan complicadas como escoger una buena marca y modelo de compresas o tampones para ir segura por la vida durante los días de la regla. Y si resulta complicado es por culpa del capitalismo y su manía de multiplicar hasta el infinito la oferta de cualquier artículo de consumo. Los productos de higiene femenina no son una excepción. Basta con acercarse al lineal del supermercado donde se alojan estos productos para darse cuenta de que una elección correcta nos llevará su tiempo. ¿Buscamos compresas con alas o sin ellas? ¿Para el día o para la noche? ¿Finas o ultra finas? ¿Perfumadas? ¿Tampones con aplicador o sin él? ¿Salva slips estándar para braguitas o especiales para tanga? ¿De ambos tipos, por si acaso?

Por eso nos sentimos un poco perdidas en más de una ocasión al tener que reponer los productos de higiene íntima, porque además, como problema añadido, las marcas no dejan de sacar nuevos modelos al mercado, y claro, como parece que, si no nos actualizamos perdemos valor como personas, nos dejamos tentar a menudo por el deseo de innovar, y entonces es cuando nos equivocamos y compramos unas compresas que seguramente tendremos que tirar a la basura porque no nos gustarán, o porque no nos sentiremos cómodas con ellas, o porque no se fijarán lo suficiente, o porque nos parecerá que no absorben como las de antes… Un drama.

Y por eso mismo, una vez que encontremos la marca y el modelo adecuados, lo mejor que podemos hacer es mantenernos fieles a ellos y no cambiar jamás o, de lo contrario, corremos el riesgo de naufragar en un mar de dudas…

(vídeo Youtube: “Supersalidas: un cacheo muy sexy“)

Delirium Premens-Menstruación y sexo.

Menstruación y sexo

Dentro del universo del morbo sexual, que nos lleva a menudo a preguntarnos y a imaginarnos cómo se lo monta el resto de la humanidad, no cabe duda de que tener o no tener relaciones sexuales durante la menstruación resulta un tema, como mínimo, interesante para debatir.

Confieso que me ha llevado un rato largo dar con la fórmula precisa para, a través de Google, ir a parar a algún foro lésbico que hablara del tema con cierta sinceridad. Me he dado cuenta de que escribir “menstruación y sexo” para buscar la información que necesitaba en Internet es sinónimo de un despliegue inacabable de páginas y más páginas con contenidos pornográficos heterosexuales. Después de mucho navegar, lo he conseguido, y leer los comentarios me ha hecho llegar a la conclusión de siempre en cuanto al sexo se refiere: no hay ninguna norma establecida y cada cuala se lo monta como quiere o como puede.

La mayoría de chicas que opinan en el foro consultado coinciden en afirmar que durante los días de menstruación están más salidas que nunca, y que mantener relaciones sexuales durante esos días no supone ningún problema, siempre que se mantenga una higiene mínima. En este sentido, alguna hay que sugiere relacionarse en la ducha. Lo encuentro acertado. También me he dado cuenta de que el tampón es el mejor amigo masculino de las mujeres lesbianas que desean mantener relaciones sexuales cuando tienen la regla.

Otro punto de coincidencia: la mayoría opina que los últimos días de la menstruación son los mejores para tener sexo, por dos motivos: a) porque la sensibilidad está en sus niveles más altos, b) porque los problemas de dolores y malestar general de los primeros días ya son historia.

Muy interesante, la verdad.

Y vosotras, ¿cómo lleváis este tema? Si queréis hacernos llegar vuestros comentarios, podéis hacerlo a través de [email protected].

FUENTE:

http://www.lesbianas.tv/foro/index.php?topic=24582.30

FOTO: AnaBellaca

http://www.flickr.com/photos/anabellaca/2208946199/sizes/m/in/photostream/

Delirium Premens – Sincronización

Sincronización

Más de una vez, y de dos, hemos oído hablar de la menstruación sincronizada, esa capacidad que parecen tener dos mujeres que viven en pareja para que sus relojes biológicos funcionen a la par y sus ciclos menstruales confluyan hacia las mismas fechas. Se ha hablado mucho del tema, e incluso se ha tratado con humor, comparando la menstruación sincronizada con la natación sincronizada:

http://www.elmundotoday.com/2009/07/espana-gana-el-oro-en-menstruacion-sincronizada/
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Delirium Premens - Tensión mamaria

Tensión mamaria

Nos lo explicaba el otro día una supuesta experta en síndrome premenstrual, en un vídeo muy ilustrativo que podéis ver en un capítulo anterior de la sección DELIRIUM PREMENS. Esa señora hablaba de la “tensión mamaria” como uno de los síntomas del síndrome premenstrual.

A partir de aquella primera explicación, hoy queremos ahondar un poco más en las características y las peculiaridades de la tensión mamaria. Así que buscamos información en Internet, la verdadera enciclopedia de nuestros días. Leo textualmente un fragmento explicativo de la página web www.netdoctor.es:

“El dolor mamario, también llamado mastalgia, es uno de los motivos de consulta más frecuente al ginecólogo, sobre todo en mujeres jóvenes. Existen dos tipos fundamentales de dolor de mamas:

1. El dolor mamario cíclico: aparece unos días antes de la regla y suele

ser bilateral, es decir, que afecta a las dos mamas.

2. El dolor mamario que no guarda relación con el ciclo menstrual: suele

afectar a una sola mama e incluso a una zona muy delimitada de

ésta.”

De donde deducimos que, aparte de la tensión mamaria propia del síndrome premenstrual, que hace que nuestros pechos crezcan, se endurezcan y duelan de verdad durante unos días, hay otro tipo de dolor mamario que, como se dice en la citada web, nada tiene que ver con el ciclo menstrual. Estoy de acuerdo, pero sólo en parte, porque, a mi entender, este otro tipo de tensión mamaria sí que afecta a ambos pechos y suele darse cuando una lesbiana avista a otra lesbiana que la atrae. En estos casos, la tensión mamaria puede llegar a ser extrema, y entonces hablamos ya de lo que se conoce como “empitonamiento”, otra palabra que no recoge el Diccionario de la Real Academia Española pero que expresa a la perfección esa extraña sensación que procede de la parte más interna de los pechos y se proyecta en los pezones hasta volverlos duros como piedras cada vez que salta la atracción entre dos lesbianas. Eso sí es tensión mamaria, y no la del síndrome premenstrual…

Y si, además, los pechos son de tamaño considerable, la tensión puede ser mayor aún, tal como recoge en nuestra web de referencia, donde se dice:“Unas mamas grandes pueden por su propio peso producir dolor.”

(vídeo de Youtube: “lesbianas con tetas grandes”)

Delirium Premens – La mujer de rojo

(intro Satchi)

Chicas, hoy vamos a hablar de esa amiga común que todas tenemos y que nos acompaña siempre a todas partes: la Mujer de Rojo; rojo alegría, rojo pasión, rojo sangre… Esta chica, siempre tan simpática, es especialista en chafarnos las vacaciones, los viajes, los encuentros sexuales… ¡Todo! Y en InOutRadio nos preguntamos dos cosas: 1. ¿A alguna de vosotras le ha hecho gracia alguna vez este personaje? 2. ¿Algún día se creará un personaje paralelo para los chicos, para enseñarles, por ejemplo, cómo reaccionar ante sus primeras poluciones nocturnas? Son preguntas muy interesantes… Esperamos vuestras opiniones…

(texto Polli)

La mujer de rojo

Lo único que nos faltaba era ver a todas horas en la televisión la representación de nuestra menstruación encarnada en una chica vestida de rojo. Muy simpática, ella, y un poco ingenua también. El departamento de marketing que se la inventó en su día seguramente estará muy orgulloso de su trabajo, pero dudo que se haya planteado qué opinión nos merece a nosotras, las mujeres, semejante personaje. Personalmente, esta chica siempre me ha parecido insoportable, por ingenua, superficial y artificial.

Y que conste que la chica ha hecho esfuerzos constantes por evolucionar a nuestro lado: ha explicado a las adolescentes que la regla es algo normal y que no tiene por qué ser un problema; ha creado un mundo propio lleno de regalos y accesorios para nosotras; incluso nos ha enseñado a bailar la coreografía de los anuncios.

En mi humilde opinión, esta campaña confirma una vez más el trato casi infantil que seguimos recibiendo las mujeres en la sociedad actual. Si de verdad quieren que vivamos lo mejor posible las molestias que nos causa la menstruación, que traten de aliviarlas con medidas efectivas, como por ejemplo rebajar, o incluso eliminar, el I.V.A. de todos los productos de higiene íntima femenina. Incluirlos en el sistema de la Seguridad Social también sería una buena medida que todas aplaudiríamos, porque, tal como están regulados en estos momentos, más que productos de primera necesidad parecen artículos de lujo, y todo el mundo sabe, o debería saber, que la menstruación no es ningún lujo.

(vídeo Youtube: La regla Evax - 2001)

(vídeo Youtube: Evax – Spot de la mujer de rojo)

(vídeo Youtube: Evax Adapt – Flamenco – paso a paso)