Déjate llevar (al huerto) ¿Demasiadas naranjas?

Cuando se acaba una relación, sobre todo si nos dejan, siempre intentamos buscar una explicación. Por eso, muchas veces nos preguntamos “¿por qué me ha dejado?” “¿Qué he hecho mal?”. En estos casos, quizá deberíamos dejar de culpabilizarnos y empezar a pensar positivamente. Quién sabe, a lo mejor no somos nosotras la causa de la ruptura… Quizá, si lo pensamos bien, llegaremos a la conclusión de que hemos sido víctimas de una conspiración a nivel planetario…

¿Demasiadas naranjas?

Piensa. ¿Habías notado algún cambio en la conducta de tu pareja antes de la ruptura? ¿Cambios de humor repentinos? ¿Distanciamiento? Y sobre todo, ¿desinterés sexual por ti y, lo que es peor, un sospechoso acercamiento hacia el sexo contrario? Si lo piensas detenidamente, a lo mejor descubres que la causa de la ruptura está en vuestra dieta, sobre todo si teníais por costumbre comer naranjas o tomar zumo de naranja en el desayuno. No es que las naranjas sean malas en sí, pero, como ocurre hoy en día con muchos otros alimentos, seguramente las naranjas sufren adulteraciones que repercuten en nuestros organismos y en nuestras mentes.

Un consejo: si sois consumidoras de naranjas, no las compréis si no conocéis su origen. Y si puede ser, comed sólo las naranjas que plantéis en vuestro propio huerto…

Imagen de previsualización de YouTube

La Polli-Carme Pollina



Deja tu comentario